¿Que tienen en común un Marqués, una fábrica de equipos cinematográficos y una verdadera pasión por el mundo del motor? Pues la respuesta no es otra que esta histórica marca que, tras desaparecer en 1985, ha vuelto a renacer con su inconfundible logo.
Muy curiosa la historia de la fundación, que contada en la actualidad tiene tintes de película en blanco y negro, de esas mudas que nos cuentan hazañas realizadas por personajes increíbles. Historias añejas, con sabor auténtico, de personas con voluntad de hierro dedicados a su pasión en tiempos difíciles. Verdaderos colonizadores de lo que hoy llamamos "industria de la moto" (o lo que queda ella).
Abundante es la documentación que corre por la red sobre esta marca. No repetiré datos, para eso están los enlaces. Sirva esta entrada como homenaje a OSSA, a su gente y a sus aficionados. También desearle la mejor de las suertes para la nueva etapa.
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