La gama Harley Davidson más amplia es, junto con la Softail, la Sportster. Las más pequeñas de la marca americana siempre han demostrado tener una personalidad muy fuerte y eso les han granjeado muchos admiradores y no menos detractores.
El motor Evolution, de 1202 c.c., es el corazón indestructible. Algo menos de 50 CV son más que suficientes para moverla con soltura, a pesar de sus 260 kg. Alimentación por inyección electrónica, freno delantero de doble pistón o velocímetro electrónico son algunos sus elementos.
Harley Davidson puede parecer una marca anclada en el pasado, tanto estética como tecnológicamente. Pero nada más lejos de la realidad. Los cambios en sus motos son continuos, tanto ornamentales como sobretodo mecánicos (las actuales van como una seda). Es verdad que son fieles a un estilo y les ha ido muy bien, de hecho son copiados por la práctica totalidad de fabricantes custom mundiales. Pero es precisamente esta fidelidad a su imagen de marca la que les da valor (y aficionados).
En un mundo global, donde te levantas sabiendo lo que pasa en Australia y te acuestas viendo noticias sobre Finlandia, tener Identidad es algo muy valorado, seguramente por lo difícil que es encontrarla. Y si de algo va sobrada Harley Davidson es de Identidad. También hay que decir que esa "Identidad" habrá que pagarla (y mucho).
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